¿Y ahora quién podrá defendernos?

Recientemete Hillary Clinton visitó China, con un afán de entendimiento inusitado, y cambiando de manera contundente la manera en que los Estados Unidos y China se habían entendido con anterioridad. La misión tenía como objetivo plantear una plataforma de diálogo en temas de comercio y seguridad, está claro que los gringos necesitan a los chinos para sacar adelante varias de las tareas del nuevo gobierno. Pero este cambio de rumbo trae otras implicaciones interesantes, y es que el punto de partida del acercamiento es que el Gobierno de Obama, no haría mención alguna a cuestiones de política interna, especialmente al delicado tema de los Derechos Humanos. Y pareciera que está va a ser la tónica de los demás acercamientos con países como Rusia, Irán y la India. En este sentido, la tutela de los Derechos Humanos, ya no es un criterio válido para negociar con otro país. A los disidentes chinos los metieron debajo de la alfombra para que no fueran a salir con pancartas y afearan el espectáculo de globalidad y cortesía. Así las cosas, cabe esperar que ya a nadie le importe la cantidad de personas que mueren de hambre en el campo chino, o que este gobierno financie sin reparos la política de terror del gobierno de Sudán, enviando las armas y demás pertrechos necesarios para seguir obtDarfuro petróleo de Darfur, a pesar de las miles de víctimas civiles que esto implica.
En conclusión: los Derechos Humanos están pasados de moda en la política internacional, y aquellos que sufren por la carencia de estos en cualquier parte del mundo pueden esperar sentados, porque bussines is bussines.