lunes, 3 de enero de 2011

Clara aprende a asesinar



Clara vio la posibilidad de utilizar todos los cariños a su favor. Reventar con ese oscuro pasado de soledades fake y apostar por un futuro promisorio. El presente no existe- pensó levemente cuando limpiaba su pistola. Un poco cansada de los barcos que no zarpan de la orilla, y que en vez de contar con un capitán serio y elegante, les dirige un tipo de dj decadente, la mayor parte de las veces mitad drogado mitad borracho, quien se encarga de repartir puras consideraciones filosóficas a los tripulantes. Decidió (con la contundencia que tal tipo de acciones conlleva), dejar esos barcos esta vez y abordar otra nave, al parecer desconocida, confortable y posiblemente con algún puerto de llegada.
Las deudas, sin embargo, agobiaban a Clara, y también la soledad. Ante la necesidad imperiosa de partir y lo acuciante de la situación, vio solo una salida posible. Se amarró el pelo en cola para que no le estorbara la visión, vio por donde se colaba mas la soledad y el débito, cerró un ojo, apuntó el revólver y sonó el fogonazo. Fuck you lindo.
Dicen que en el último instante antes de disparar cerró ambos ojos. Luego dio media vuelta y corrió lo mas que pudo. Del cuerpo ella no supo más. Desde la popa mira atrás al medio día, los días fríos y algunas madrugadas.