viernes, 19 de junio de 2009

Irán, occidente y democracia.



Mucho va, y mucho viene sobre la situación postelectoral en Irán. Mucho de lo de siempre también, occidente señalando las carencias de democracia de oriente. Pero esa perspectiva Occidente-oriente, como todos sabemos carece ya de sentido, y estaba fundamentada en una visión racista del otro. ¿Entonces como entender Irán? Lo primero sería partir que es una de las pocas democracias nominales de la región, acompañada en esto por el Líbano y su democracia étnica, y por Israel. Lo otro sería entenderla como una democracia teocrática en donde buena parte de la vida civil y política del país se lleva bajo las premisas islámicas.
Las elecciones que se llevaron a cabo el 12 de junio pasado, estuvieron marcadas por el debate público, y encuestas inquietantes, las que señalaban posiblemente que Ahmadinejad, líder político actual no pudiera renovar su mandato. Celebradas las elecciones, los resultados arrojaron un aplastante 69% de apoyo para Ahmadinejad, viéndose derrotado su principal contendor Moussavi.
A nivel de posiciones políticas a Moussavi se le califica como reformista, mientras a Ahmadinejad como tradicionalista y defensor acérrimo de la Revolución Islámica de 1979. Lo cierto es que Moussavi fue activo participe y defensor de la revolución islámica, y nadie pone un ápice de duda al respecto de que en este sentido en Irán las cosas no cambiarían mucho con su triunfo. Sin embargo tres consignas parecen haber calado fuerte en los sectores educados medios y altos de la población urbana según mi opinión: mayores libertades individuales, más opciones de participación de la mujer en la vida pública y una mejor relación con "occidente".
Por otra parte la reacción de "Occidente" fue contundente: FRAUDE en Irán, claro está no fue una posición antojadiza, desde la oposición derrotada se utilizó este mecanismo para denunciar los abusos cometidos en el proceso electoral. Convocadas en masa las manifestaciones callejeras en Teherán y otras ciudades, miles han salido ha manifestarse al respecto. Hoy viernes 19 el Ayatollah Ali Khamenei principal líder espiritual y por defecto político de Irán llamó a detener las manifestaciones, en las que ya se cuentan 7 muertos oficiales y subrayó que este movimiento se debe principalmente a la intervención extranjera. Según este el enemigo, (léase Estados Unidos) está utilizando unos reclamos ilegítimos para atacar a Irán.
A todo esto lo que sabemos se cuela por las fisuras del régimen, la prensa extranjera ha sido expulsada, los periodistas locales repirmidos, y un proxy filtra lo que sale por medios digitales.
En resumen la posibilidad de un Irán diferente es una utopía construída desde fuera, lo que no quiere decir que Moussavi representa sin duda los intereses moderados, y plantearía un futuro mejor, en el sentido de respeto a los derechos humanos y una relación menos tensa con la comunidad internacional. El problema precisamente es que el aislamiento en que Ahmadinejad ha sumido al país impidió que la prensa extranjera y organismos internacionales certificaran la transparencia del proceso.
Lo que se reclama en el verde de las calles de Irán, es que las elecciones se repitan y que sean monitoreadas ampliamente por organismos internacionales. Los y las iraníes se preguntan: ¿Adónde está mi voto? Al día de hoy el futuro de Irán es incierto, depende en parte de que la "resistencia" quiera seguir poniendo los muertos y que esto tenga un efecto en el extranjero, sin embargo, las repuestas y el camino a seguir lo tendrá que dar el bloque en el poder. Y según parece, esta reacción es más represión y luchar por mantener el statuo quo intacto.

Gracias a @Maruhit por el link de las fotos.