martes, 13 de abril de 2010

Lucha contra el crimen, brutalidad y autonomía.



Instituciones como el Organismo de Investigación Judicial, y la Fuerza Pública son las encargadas de velar por la paz y tranquilidad de los ciudadanos costarricenses, en este sentido tienen el deber de perseguir a los criminales y sacarlos, cuándo se ha probado su acción delictiva, del lugar en donde se atrincheren. Hasta acá todo claro, el día de ayer el OIJ ingresó al campus Rodrigo Facio con el afán de llevar a cabo el arresto de un funcionario supuestamente involucrado en actos de corrupción. Este accionar que no tenía porque generar conflicto alguno, se vio entorpecido por la actuación de los efectivos policiales, los cuales en virtud de su investidura hicieron este ingreso de forma violenta y escandalosa, como si el mismísimo Bin Laden hubiera encontrado refugio en la casa de estudios. Frente a tal despliegue, el estudiantado, docentes y funcionarios, se apersonaron a reclamar por el atropello sufrido a la Autonomía Universitaria, por lo que, quiénes dirigieron el operativo, atemorizados posiblemente por los gritos y consignas universitarios, tuvieron la genial idea de llamar cerca de cincuenta efectivos policiales armados para que les defendieran de la agresión estudiantil. (Se sabe que pueden ser peligrosos, sobre todo si se juntan con los sindicalistas)
Es sin duda notoria la violencia y encono con que actuaron los oficiales del OIJ en contra de los miembros de la comunidad universitaria, el recurso de golpear indiscriminadamente quedo clarísimo en este despliegue, y al parecer un odio gratuito y simple.
La defensa de la Autonomía Universitaria no sólo es un derecho al que podemos apelar, puesto que está resguardada constitucionalmente, es un deber de todo ciudadano costarricense que se precie de vivir en un estado de derecho. La mancilla a esta condición institucional es inaceptable, más inaceptable aún la defensa a ultranza que hacen de sus gorilas el director de OIJ Jorge Rojas y el fiscal D´Allanese, quienes además parecen enorgullecerse del accionar policial. ¿Será que no vieron las mimas noticias que nosotros, en donde se ve claramente agentes entrenados, armados y con chalecos antibalas, empujando, golpeando y pateando como todos unos conocedores? La actuación de Doña Yamileth Gonzáles como defensora de la auntonomía de la principal casa de estudios del país, ha sido completamente apropiada.
A quienes en virtud de la eficacia policial defienden la violación de la Autonomía Universitaria, les recuerdo que la ineficiencia campea en el ámbito judicial, y no va a ser con la persecución de un fugitivo en el campus que esto se va a solucionar, la única solución que pueden esperar de parte de la Universidad, será cuando en vez de entrar golpeando a diestra y siniestra, se quiten lo gorilas y escuchen a los investigadores acerca de sus opiniones y resultados de investigación sobre la realidad nacional.
Me queda un pendiente, o acaso dos. Primero, ¿porque la reacción de muchos sectores frente al incidente ha sido atacar a la Universidad y a las personas que conforman su comunidad?, ¿hay un odio extraño para con la u? y el otro pendiente, es que por más brutos que sean en el OIJ y la policía, sabían la reacción que se iba a dar por su actuación. ¿Era esto lo que querían? ¿se quiere reinterpretar la Autonomía Universitaria? ¿a qué viene la provocación?

*La foto es de Ricardo Leiva