

Me lo he estado pensando, ¿qué decir de la famosa gripe sin redundar en el asunto? Hoy se me ha ocurrido inspirado por un post ajeno que la cosa viene por el pánico y los medios. Primero con la crisis económica se llena la pantalla de números, despidos y catástrofe. Ya su rato llevaba el asunto medio aburriendo, cuando se aparece la chanchada de esta gripe, epidemia-pandemia. Como la mayor parte de las cosas prefiero tomármelo con humor, pero frente a la muerte de un montón de mexicanos da como susto. A la par te ponen ese montón de gente con mascaritas y la premisa de evitar aglomeraciones...te imaginás el maravilloso metro del DF con sus cinco millones diarios de gente respirando para otro lado! Me dicen desde epicentro de la pandemia, que sí que se muere la gente..... pero tiene que ver un poco con las ya precarias condiciones higiénicas y de alimentación de la mayor parte de mexicanos, o sea como casi siempre se mueren más los pobres.
Pero en la pantalla eso poco importa, cuando a la crisis económica se le acababa la cuerda, hay una nueva tragedia de dimensiones planetarias para preocuparse, y finalmente como todos sabemos, eso vende. ¿Qué hay qué hacer? bueno las instrucciones son tan claras como confusas (?), no saludar de beso, casi que mejor ni darse la mano, andar una pichinga de agua para lavarse las manos a cada rato, y una botella de desinfectante para limpiar todo lo que vayamos a tocar, no compartir espacios públicos, (es decir, ir contra la noción de espacio público), estornudar y toser metiendo la cabeza debajo del sobaco, tratar de no fumar (no es paja, no sé que tiene que ver, pero está en las recomendaciones) y al parecer deberíamos como deber patriótico, reportar a cualquier sospechoso, como sugería Marito.
En la UCR, ya suspendieron reuniones en auditorios por aquello, si uno lee con atención las instrucciones, parece que tengo hasta el deber de suspender mis clases por el resto del semestre. Todo parece indicar que pronto llegaremos al colmo del terror, como en el DF, donde han cerrado hasta los bares. Es ver como el pánico se va metiendo entre las gentes, las va haciendo dudar de sus certezas más elementales, del vecino, el primo y la cuñada que andan con carraspera y hasta estornudaron obscenamente sin taparse la boca!.
Finalmente todo esto me recuerda un poco "La Peste" de Camus, así que les dejo con un pedacito, y se los recomiendo para estos atribulados tiempos...
"Hacia las dos, la ciudad queda vacía: es el momento en que el silencio, el polvo, el sol y la peste se reunen en la calle. A lo largo de las grandes casas grises, el calor escurre sin parar. Son largas horas de prisión, que terminan en noches abrasadas que se desploman sobre la ciudad populosa y charladora"